Jane Eyre – traducción en Novelas Eternas

¡Hola a todos!

Después de haber comentado que la novela de Jane Eyre estaba disponible dentro de la colección que ha sacado RBA de Novelas Eternas, llega el momento de comentar la traducción.

Jane eyre RBA

Queda claro que todas las traducciones de una novela contienen siempre toques personales del traductor, hay modificaciones, hay cambios de sentido y en muchos casos, y por desgracia, ciertas omisiones. Ya comenté en su día cuales me parecían a mí las mejores traducciones de Jane Eyre, a través de las primeras líneas, y no a todo el mundo tiene por qué gustarle la misma.

En este caso la traducción de esta colección de RBA es de Benjamin Briggent, la misma que usa la editorial Plutón y que aparece en unos cuantos libros clásicos. He de decir que no he leído la novela completa en esta versión ni la he comparado en detalle con otras versiones que ya tengo, pero parece ser que, como sucede en algunas ocasiones, podría estar basada en otras traducciones previas (como es el caso de la traducción de Plutón de Mansfield Park atribuída también a Briggent).

Dado que no es sencillo encontrar las primeras líneas de esta versión de RBA, me he tomado la molestia de dejarlas aquí por escrito, para que vosotros mismos podáis compararla con otras versiones y decidir si os merece la pena tenerla en casa (aunque sea como adorno, que al menos bonita es) o os apetece más leer otra traducción.

 

Ir de paseo aquel día fue imposible. Entre la maleza, jugamos durante una hora por la mañana, pero después de almorzar (cuando no había personas de fuera, Mrs. Reed almorzaba temprano), el aire frío de invierno vino acompañado de una lluvia tan fuerte y unas nubes tan oscuras, que se desvaneció toda probabilidad de salir a pasear.

Eso me hizo feliz. Los paseos largos no me agradaban, sobre todo en esas tardes de invierno. Cuando anochecía, volvíamos de ellos y yo siempre regresaba con los dedos entumecidos, con el corazón afligido por las reprimendas de la niñera Bessie y vejada y ofendida por la conciencia de mi contextura física inferior respecto a los Reed: Georgiana, John y Eliza.

Alrededor de su madre, que estaba junto al fuego, reclinada en el sofá, se agruparon en la estancia los tres, John, Georgiana y Eliza. Con sus hijos en torno a ella (que en ese momento no peleaban ni molestaban), daba la impresión de que mi tía se sentía completamente dichosa. Me eximió a mí del compromiso de unirme a los demás, comentando que se veía en la obligación de mantenerme alejada hasta que Bessie le dijera, y ella pudiera comprobarlo, que yo me esforzaba en ser una pequeña obediente y en obtener mejores modales. Mrs. Reed se sentía obligada a excluirme de las prerrogativas reservadas a los pequeños buenos y obedientes mientras yo no fuese más abierta, más sociable, menos arisca y esquiva y, en todos los sentidos, una niña más agradable.

Como aspectos que no me gustan mucho, hay frases que suenan a traducción demasiado literal («cuando no había personas de fuera…») y tampoco me agrada que aparezca «Mrs. Reed» en vez de Sra. Reed, entre otros detalles.

Aunque como ya he dicho no he podido leer todavía esta versión de RBA, sí la he ojeado un poco por encima y no me ha parecido que tenga una gran calidad. Ante la duda, y si buscáis leer una buena traducción, os recomiendo mirar bien quién ha traducido la novela y buscad información sobre esa persona, porque  veces son seudónimos que ocultan traducciones bastante malas, como ya pasó con Ediciones B, que se animó a publicar una de las peores traducciones de Jane Eyre (la de Juan G. de Luances) bajo un seudónimo inventado.

Sin mucho más que decir, os recuerdo que si no pudisteis haceros con esta edición cuando salió a la venta en quioscos, se puede comprar a través de la página web por el mismo precio (9,95€).

Nos vemos pronto (espero) en una próxima entrada.

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