Visitando la casa de la familia Brontë (Haworth)

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¡Hola a todos!

Después de haber leído un poco sobre las traducciones de Jane Eyre que hay disponibles hoy de día y de descubrir algunas curiosidades sobre la autora, Charlotte Brontë, mi tercera aportación a la iniciativa Adopta una autora va a ser una visita «virtual» al lugar donde pasó gran parte de su vida, Haworth.

Este pasado mes de marzo tuve el gran placer de poder visitar Haworth, un pueblo situado en el condado de West Yorkwhire que es famoso por albergar la casa donde se mudó familia Brontë en 1820. Desde 1928 esta casa se puede visitar gracias a la Brontë Society, Sir James Roberts compró la casa por 3000 libras y se la cedió a la sociedad para que pudiera usarla. Así como nota curiosa, el primer museo dedicado a la familia abrió en  1895 y estaba situado en la calle principal de Haworth.

Hay distintas formas de llegar hasta Haworth, y yo escogí ir desde Manchester, que está a unos 60-70km de distancia. La opción más sencilla desde Manchester es coger uno de los numerosos trenes que van hasta Hebden Bride (un pueblo también encantador) y desde la propia estación coger el autobús número 500 que te lleva hasta Haworth recorriendo unas carreteras que atraviesan pastos verdes llenos de ovejitas lanudas. El trayecto en total cuesta entre 1h30 y 2, según sea la combinación de transportes y si mal no recuerdo el trayecto de ida y vuelta en tren costó 12 libras y el autobús algo menos de 5 libras entre la ida y la vuelta.

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Una vez en Haworth, son bastantes cosas las que se pueden hacer. Por supuesto la más importante y la que debería estar primero en vuestra lista es visitar el Brontë Parsonage Museum, la casa donde vivió la familia, que está totalmente rehabilitada y que suele contar con exposiciones temáticas diferentes cada año. Este año tocaba una sobre la serie  To walk invisible y otra especial dedicada a Branwell Brontë, ya queen 2017 se cumplen 200 años de su nacimiento.

 

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Ya desde el exterior la casa impone, con un precioso jardín que la rodea y con vistas a un cementerio del que os hablaré un poco más adelante en la entrada. Dentro de la casa se pueden recorrer las distintas habitaciones, desde el estudio de Patrick Brontë hasta la habitación donde se supone que pasaban las noches las Hermanas, la cocina o la habitación donde Branwell pasó sus últimos días. Todos los objetos que hay en la casa corresponden a la época en la que los Brontë vivieron allí y es curioso poder ir cotilleando un poco qué libros tenían a mano, con qué jugaban o qúé tipo de muebles había en la casa. Como no, también podéis ver en las fotografías los trajes empleados por los distintos actores y actrices de la serie To walk invisible.

La visita a la casa cuesta £8.50 y dispone de una extensa tienda donde podéis encontrar además de muchas ediciones diferentes de cada una de las novelas de las hermanas Brontë, obras sobre la familia, sobre la zona y también un montón de merchandising, desde chocolate hasta té, pasando por delantales, cojines y objetos varios de papelería. En cada libro que compréis allí os ponen también un sello que indica que ha sido comprado en el Brontë Parsonage, que es una excusa tan buena como cualquier otra para comprarse una edición más de Jane Eyre.

A pocos metros de la casa nos encontramos un edificio con un cartel azul redondo que lo señala como un lugar en el que hay que detenerse unos momentos, The Old School Room. Este edificio fue construido por Patrick Brontë en 1832 y donde todas sus hijas fueron profesoras. En 1845 Arthur Bell Nichols tomó el mando y en 1854 se utilizó para la boda de Charlotte y Arthur, acogiendo aproximadamente a unos 500 invitados.

Muy cerca está también la principal iglesia de Haworth, llamada hoy St Michael and All Angels. En su interior está la cámara de la familia Brontë, donde están enterrados Maria, Patrick, Maria, Elizabeth, Branwell, Emily y Jane. Esta iglesia alberga también un precioso cementerio de época donde es un auténtico placer recorrer las tumbas cubiertas de musgo y de hierba, incluyéndose entre ellas la tumba de Tabby, una criada que estuvo a su servicio 30 años.

 

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El resto del pueblo de Haworth también es muy bonito y merece la pena estar unas horas paseando por sus calles empedradas, descubriendo los distintos rincones y tiendas y, como no, disfrutar de un buen desayuno inglés (en un local llamado Villette sirven un Brontë Lunch que está para chuparse los dedos de lo British que es) o de un té bien calentito.

 

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Aprovechando el viaje, también me di un paseo por Hebden Bridge al terminar el día, así que también os dejo algunas fotos por si os apetece verlo.

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